24 mayo, 2011

Poético esperanto (VI): Primavera


Aquella noche tenía una mirada interrogante,

creo que no sabía que quería

al verme desnudo en mi utopía,

con sus preciosas pupilas hechas de presente.


...

“Regálame algo irrepetible,

que mientras sucede nadie hable

y el recuerdo de la soledad tiemble”


“Pero no te conozco de nada.

¿Cómo pretendes que te invite a mi almohada,

donde mis secretos se esconden,

sin saber si toda promesa es una coartada?”


“No te pido que confíes en una dulce balada,

no prometo dulces sueños ni cuentos de hadas,

yo también estoy harto de odiseas y dramas;

sólo te invito a devorar éste instante , nada más”

...


Caricias en un precipicio de deseo insensato

caían sobre nuestros cuerpos como asesinos natos…

Recogimos la avaricia que vertían rotos sacos,

fuimos el vaivén entre deseo y placer que a otros mata,

compartiendo nuestra piel predispuesta al desacato.


Y la había invitado a delirar juntos en el techo

para hacer de carne y hueso nuestras quimeras,

pero las extrañas mariposas cruzaron el estrecho

que separa el invierno de la primavera

y devoraron todo lo que quedaba en mi nevera,

como manadas de instintos insatisfechos.


05 mayo, 2011

Poético Esperanto (V): Kairos


Escritores locos dibujan sobre lienzos de aire,

preciosas palabras que juegan al son del don nadie

adicto al fugaz delirio hasta el último baile.


Deja que desaparezca por ese callejón

la extraña sombra que dicta lo que fuimos;

susúrrale al cuervo que Londres es sol,

más allá de la niebla donde nos perdimos.


Deja que te abrigue el calor

que libra de mala sangre a la tierra,

enterremos el congelador

y mandemos cualquier dolor

envuelto en olvido, a la puta mierda.


02 mayo, 2011

Poético Esperanto (IV):Hielo


Cuántas veces te arrancaron,

zarpazo a zarpazo,

las entrañas de la propia inocencia,

cuántas lo hicieron

queriendo, pensando, ejecutando,

golpe a golpe,

como si no tuviera ninguna importancia.


Matan al niño mientras crece,

lo aniquilan día a día, año tras año,

mientras borran cualquier rastro

de sus huellas en suelos y peldaños.


Ignoran al anciano minuto a minuto,

antes del último aliento,

porque entonces recuerda quién fue,

pierde la memoria “útil”

y recupera los más extraños recuerdos,

en sus cerebros-ultimátum.


Así…Cómo esperas que no sienta

éste invierno cada madrugada

éste no sentir ya casi nada,

todo el frío que trajo el tiempo.


Por qué crees que sólo espero

que me lleven mis quimeras

hechas de rabias y duquelas,

mis breves delirios pasajeros,

un último viaje a donde sea.


Y el final de un estúpido cuento

que a ser estúpido nunca llega,

algún guión donde me espere

mi corazón barrido por el viento.