30 marzo, 2016

QUIZÁS MAÑANA

Es ella la ciudad
a la que llego fingiendo veranos;
sus calles tienen la costumbre
de besarme con los dientes.

Me dice algo tierno a los oídos,
después muerde.

Yo escucho y callo,
me dejo llevar por un mapa que varía,
capricho de sus labios.

Pierdo la cuenta de rascacielos de cal y arena,
sujeto el cielo con los ojos abiertos,
me desangro sin prisa hasta empadronarme.

Nunca había perdido el aliento por las heridas
ni sentido la rabia esfumarse diciendo "Mira...
...Cómo cicatrizan según sale".

Será que el amor que duele no existe
y en el albor de este delirio
no existen avenidas llamadas Para Siempre.

Será que una vez lo sabe
uno camina por ellas sin pensar si camina,
concentrado en el instante.

Es ella la ciudad
a la que llego fingiendo veranos,
y de sus calles me iré
(quizás mañana)
sabiendo que en las mentes sin puertas
florece hasta en diciembre.

09 marzo, 2016

Y RIE DARA

Quién dice cuándo tiene que sonar el timbre,
pregunta Dara,
porque Dara lo pregunta todo,
y si a veces nadie contesta
lo pregunta otras mil quinientas siete veces.

Dara nunca riega el techo, sabe que siempre llega septiembre

y mata el hambre de la tristeza
devorando lo que cae de una constelación silvestre.

Dara dice que nació con el recreo en la piel,

que sabe distraerse 
y no le cuadra el tiempo hasta que llega el siguiente,
que no quiere juguetes guardados un puto cesto de mimbre,
que sin usar para qué tener;

Dice Dara siempre

que sus ideas salen y escapan como liebres
y suelen crecer tan rápido
que puede subirse a ellas cuando las vuelve a ver.

A Dara le han hablado de la Razón,

pero no la comprende;
inventa con puzzles laberintos,
se mete dentro de las piezas que faltan
sin afán alguno de resolverse.

Le gusta sentir que no pasa nada,

y dice Dara
que ríe su suerte cuando se pierde.