Acuérdate de Entonces
cuando la noche muera trémula
y una párvula veleidad agarrada al primer Rayo
ría el Ahora que amanece
y amanece y amanece y amanece y amanece
-como un gallo al que piden bises-
Acuérdate si ves la jaula abierta
y dentro no queda ni el eco de un pájaro triste;
si la saliva cubre el pienso de los bárbaros
que disfrutaron siendo amos
-cuanto no pudieron siendo libres-.
Acuérdate
si las palabras se vuelven piel
y tiemblan cuando me lees
así,
hecho un poema de fonemas incrédulos
donde las sílabas son células
y cada caricia impide saber de quién.
...Acuérdate...
Cuando el niño caiga
y se lleve las manos a la vergüenza y la risa
a la vez.
Si ves las alas
de alguien creyendo aun invisible al resto,
cantando a la sombra
de los tímpanos de sus desiertos.
Acuerdate de Entonces,
pues según caiga aprenderá a desprenderse de sí;
como el tiempo tras los ecos del suelo y la sangre...
El Presente y la Cicatriz.
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